Podemos contar que él nació el 11 de junio de 1940 en la ciudad de San Pablo, Brasil, hijo de Elías y Anita Charuri. Pero también podemos decir que él hizo nacer un ideal de un mundo de paz, justo y posible para todos.

Podemos decir que el Dr. Celso pasó la infancia y la adolescencia en su ciudad natal, que practicaba artes marciales, que se interesaba por la música, los idiomas y el psicoanálisis. Y podemos contar que, en esa misma época, él ya buscaba la razón por la que la humanidad había vivido la historia que vivió, y de la forma cómo la vivió.

Podemos decir que el Dr. Celso se graduó en Medicina en la Universidad Federal de Paraná, localizada en la ciudad de Curitiba, en 1968. Y también podemos decir que él observó profundamente las ideas de las grandes mentes que pasaron por la faz de la Tierra y, al percibir que todas trillaron el mismo camino de conocimiento, desarrolló un método capaz de proporcionar la ampliación de la conciencia y descubrir el real sentido de la vida.

Podemos contar que el Dr. Celso siguió la profesión de médico ginecólogo y obstetra. Y decir que él trabajó para mostrar que las personas tienen capacidades mentales que, cuando están bien desarrolladas, amplían el conocimiento sobre sí mismas y sobre el medio en que viven.

Podemos decir que en 1970 el Dr. Celso atendía a sus pacientes en un consultorio instalado en el barrio de Mooca, en San Pablo. Y recordar que fue en ese mismo consultorio, en octubre de 1977, que impartió para 14 amigos el primer programa de entrenamiento y desarrollo mental creado por él. Contar que, en agosto del año siguiente, el Dr. Celso fundó Pró-Mente que, en 1979 pasó a llamarse PRÓ-VIDA.

Podemos decir que el Dr. Celso se casó con Jeanette Chohfi, que tuvo dos hijas y que falleció el 20 de diciembre de 1981. Y ahora, podemos afirmar que el Dr. Celso donó su vida para mostrar el camino de la felicidad y enseñar, a través de su ejemplo, cómo trillarlo.