Un día
Un día
Siempre inmersos en un fragor de compromisos, horarios, tránsito y rutinas, las personas nos acostumbramos a una serie de situaciones más o menos parecidas que nos llevan a actuar automáticamente, sin reparar en los detalles, sin estar conscientes del camino que transitamos. Muchas veces pasan desapercibidas un sinfín de sensaciones e informaciones que nos llegan a través de diferentes canales. Símbolos, signos y señales que pueden abarcar desde una imagen de publicidad hasta un gesto o una mirada.
Un día, una oportunidad nos hace percibir algo diferente y sentimos la existencia de algo mayor. Comenzamos a vislumbrar un mundo más sutil, y nuevas formas de comunicación. Aprendemos a oír esa voz interior que existe dentro de cada uno y que nos conecta con algo presente, único y especial.
Así fue aquel día cuando un amigo despertó en la gran ciudad, en medio de una tormenta de lluvia. Sabía que debía llegar a tiempo para una reunión importante y de inmediato se imaginó el caos y la confusión del tránsito. A toda prisa decidió tomar un taxi.
Mientras conversaba con el conductor, fue identificándose con aquella persona y reflexionando sobre lo que le contaba de su vida.
Al llegar a destino justo sobre la hora, aquél le preguntó:
«¿Me permite contarle una historia?» Y el pasajero aceptó.
«¿Sabe una cosa? Cada mañana cuando me despierto, me encuentro con un presente en la cabecera de la cama. Un regalo impregnado de amor. A lo largo del día voy abriendo el envoltorio y comienzo a encontrarme con alegrías, tristezas, experiencias agradables y desagradables, que pueden significar derrotas o victorias. Pero al final de la jornada siempre agradezco por todas las situaciones vividas. Al fin y al cabo, sé del amor puesto en esa cajita de mi presente. Por esa razón, hoy deseo que dentro de su presente tenga un día feliz.»
El pasajero agradeció, bajó del auto y se quedó pensando…
Algo de aquella situación lo había conectado con un sentir más allá de las palabras, algo allí percibido lo había modificado, y también el resultado de su día.
También «Un día» encontramos un hombre que compartió su vida con amigos y los condujo a un mundo lleno de felicidad. Y con su ejemplo diario demostró que era posible dirigir la propia vida, alcanzar los propios objetivos y conquistar un paso más allá, dedicarse a propósitos mayores ofreciéndose en la construcción de un mundo mejor para todos.
Un día especial en PRÓ-VIDA en el que, unidos por un Ideal y juntos en una misma acción, celebraremos la oportunidad que nos fue brindada, realizando donaciones a instituciones benéficas. Un gesto que expresa nuestra bandera de frente, enarbolada por el Dr. Celso, cuyo ejemplo enseñó y, aún hoy, sigue enseñando un camino hacia la construcción de un Mundo Mucho Mejor para todos.